lunes, 21 de abril de 2025

¿Empatía o hastío?: Pensamientos sobre discos de rupturas amorosas.


 

Hace unos días un amigo me recomendó el disco "Este es el lugar" de la banda argentina Hannie Schaft y me pidió mis impresiones sobre el mismo. Lo escuché varias veces y por algún motivo me hizo pensar mucho. El álbum me parecía bueno por la parte instrumental, las influencias de las que se nutría, y el hecho de ser un disco debut de una banda prometedora cuyos integrantes parecen ser bastante jóvenes. Pero a pesar de eso no me terminaba de maravillar y no podía terminar de definir por qué. Al insistir con las escuchas descubrí una punta de la que tirar, pero necesitaba tiempo para ordenar mis ideas. Al final le dejé a mi amigo una versión resumida de mi opinión y la promesa de ampliar luego en lo que no me convenció. Así es como surgió esta entrada que va a tratar en forma más general de lo que generó este disco.



Los álbumes de desamor no suelen tener punto medio para mí: o me gustan mucho o me dejan helado. Nunca me cuestioné el por qué pasaba esto hasta que el trabajo de Hannie Schaft (el cual obviamente trata sobre el fin de una relación) me permitió verbalizar el motivo. Descubrí que básicamente le pido al artista que no sea insistente, que me dé variedad de sentimientos, y perspectivas al respecto de su situación. Si su colección de canciones solo se traba de autocompasión y lamerse las heridas me siento obligado a distanciarme de la obra. La vida en general es bastante compleja, y aún más las relaciones interpersonales. Es un desperdicio de creatividad y capacidad expresiva el ser simplista y reiterativo al respecto. 

Es más, creo que esto que dije sobre la variedad podría aplicar en realidad a cualquier disco conceptual.  Hace poco me encantó lo último de Squid (Cowards) y ese disco trata sobre la maldad pero también se permite tener una temática secundaria sobre el pesimismo medioambiental. Aunque las letras del disco están pobladas de psicópatas de distinto tipo se permite tener ¿Tres? canciones en las que esto no ocurre y las mismas no son para nada relleno ya que una de ellas es la que le da el nombre al disco, la segunda tiene su propio videoclip y la última es el cierre apocalíptico del disco.

Volviendo al tema de los corazones rotos, voy a enumerar algunas recomendaciones que sirvan para ejemplificar discos que a mi entender entran en esta idea que acabo de explicar.

Las Armas - De lo espiritual en la música (2015)


Un hermoso disco que decide optar por la estrategia de tener canciones "recreo" como "La mística de la periferia" y "El círculo" en las que se deja de lado el tono melancólico general de canciones como "Discordia", "Anclado" o "Rubíes".




Interpol - Interpol (2010)


Voy a morir reivindicando este disco como el top 3 de la banda y me lo lloran los gordos "El pintor". Me gusta mucho como este disco arranca con Paul Banks siendo algo canchero y haciéndose el interesante en "Success" cantando cosas como: 

I've got two secrets
But I only told you one
I'm not supposed to show you 





Luego de esto las canciones van transcurriendo y somos testigos de como Banks pasa a convertirse poco a poco en un trapo de piso humano al llegar al trío de canciones que cierra el disco:



Radiohead - A moon shaped pool (2016)


Aquí se recurre tanto a tener canciones "recreo" (que lamentablemente son el punto débil del disco, junto con el orden elegido para el tracklist) como a retratar distintos estados de ánimo como el resentimiento  y la mala leche en "Decks dark" y "Ful stop", el alivio de que la relación se acabe en "Desert island disk", la esperanza que lleva a intentar luchar para que el amor vivido no sea en vano en "Present tense" y finalmente la melancolía y tristeza absolutas de "Daydreaming", "Glass eyes" y "True love waits".





Athletics - Who you are is not enough (2012)


Aquí no hay descansos ni variedad, solo dolor. Pero concentrado en solo cinco canciones con momentos de alta intensidad. De esta manera es imposible perder interés.


Bueno, eso es todo lo que tenía para decir. Chau.

domingo, 12 de julio de 2015

This will (not) destroy you



Cuatro muchachos con sus instrumentos. Muchos pedales. E-bow perfectamente usado. Tranquilidad, armonía. Melodías entretenidas. Ruido. Calma. Distorsión. Mucho, mucho reverb. Delay. Pasión. Diversas emociones e imágenes. Amor.

This Will Destroy You fue la banda que me abrió las puertas al post-rock. Ya conocía Sigur Rós, Mogwai y estoy seguro que Explosions In The Sky también, pero ninguna logró cautivarme como lo hizo TWDY un día. Estaba viendo un recital de ellos para una cadena de televisión, ya habían tocado Quiet y Threads, que son dos de mis canciones favoritas, y los pibes me destruyeron los sesos con Burial On The Presidio Banks. Fue algo así como una sensación de calma, completa tranquilidad instrumental que poco a poco fue aumentando hasta llegar a una fase de “sabés que está por pasar algo enseguida”, pero ese algo no llegaba, y no llegaba hasta que de la nada salvaje explosión de instrumentos me aturdió los oídos y me llevó a un lugar que nunca antes había estado. No entendía lo que pasaba, escuchaba esos sonidos, y veía a la banda sentir lo que estaban tocando como si fuera algo muy íntimo. No sé si tiene sentido lo que estoy escribiendo, seguro que no, pero sé que ustedes me entienden. A partir de ahí, post rock todos los putos días.

En el disco duro de mi computadora tengo cuatro discos en la carpeta This Will Destroy You. Los dos primeros me cansé de escucharlos, inamovibles de mi reproductor mp4. Young Mountain salió en el 2005 y This Will Destroy You en el 2008. Lindos discos para pegarse lindos viajes por lindos lugares imaginarios. Quiet, The World Is Our, Threads y I Believe In Your Victory son algunas de las canciones que te hacen sonreir y pensar que la vida es hermosa. Como prueba de esto, imagínense el programa de los 8 escalones, con el viejo arrogante y verde de Sofovich y el bobo infumable de Kafkha, pero con la cortina musical de I Believe In Your Victory para sacarte una sonrisa y darte la mejor razón por la cual te fumas el programa todos los días. Hermoso. No todo es felicidad, también hay canciones que reflejan nostalgia y un vacío existencial, tales como Happiness, A Three-Legged Workhouse, They Move On Tracks y el favorito de papá, el mencionado Burial. Ambos discos conforman el pack inicial para conocer la banda y también el post rock en general ya que son muy representativos de este bello género.



No voy a seguir el orden cronológico y voy a saltar directamente a la obra más reciente de estos pibes. Se trata de Another Language, un disco que ignoré sin razón alguna y un amigo me facilitó cuando estaba terminando el 2014. Lo he escuchado menos de diez veces, pero les aseguro que es un disco magnífico, tal vez se convierta en mi favorito, el tiempo lo dirá. Es menos melódico que los dos primeros discos. Es el más tranquilo y el más agresivo a la vez. Es el disco donde más se nota esa rápida transición de paz a caos que te eriza la piel. Hay que tirarse en el pastito y escuchar atentamente el disco, porque si uno no le presta la atención necesaria, como fue mi caso particular al escuchar los singles, uno se aburre y pierde el hilo de las canciones, y si pasa eso, no tiene sentido seguir escuchando.


Bien, ahora paso al disco oscuro de This Will Destroy You. Tunnel Blanket salió en el 2011, en ese entonces todavía no tenía mucho conocimiento en el terreno del post rock y aún escuchaba mucho post hardcore. Ja, viejos tiempos. Estaba muy ansioso por la salida del disco, después de los dos primeros esperaba un tercer disco que conquistara mi corazón, pero no, me encontré con un disco totalmente distinto a lo que conocía de TWDY, y no me gustaba para nada lo que estaba escuchando. Hace cinco o seis meses lo volví a escuchar y debo decirles que es tremendo disco. Hay que prestarle muchísima atención porque en muchos casos son mínimos detalles los que hacen las canciones; cuenta también con el sonido de una batería que regula el pulso de nuestros corazones y el movimiento de nuestras cabezas. Tunnel Blanket fue un disco que en 2011 lo asocié con un evento feo, un difícil momento de mi vida. Esto obviamente también influyó en dejar de escucharlo. Ahora se siente como si fuera una victoria, definitivamente. Todo superado.




Gracias por leer, guacho.

miércoles, 1 de julio de 2015

On A Friday (pre-Radiohead)

Bueno, en un retorno a este querido blog, traigo una descarga.

On a Friday fue el nombre inicial que tuvo la banda de los hermanos Greenwood, etc. Después eligieron llamarse Radiohead, como los conocemos todos. Banda que se supone está en planes de lanzar su noveno álbum de estudio, pero como se trata de ellos, no les creo hasta que dé la luz. 
















Son veinte canciones re sonido nostálgico de la década del 90.
Algunas de estas canciones formaron parte del revolucionario Pablo Honey.

Disfruten, disfrutEMOs.
Para ustedes es gratis, no se fijen en los $19.99. 

















Descarga

lunes, 2 de febrero de 2015

Out of Time: Mi punto de partida.

Quería arrancar mi participación en este espacio con una reseña sobre aquel disco que logró que dejara de escuchar música superficialmente; y que se transformó en el puente a través del cual llegué a escuchar la mayor parte de la música que ahora escucho. Por aquel entonces era un pibito de 14 años que sólo seguía las canciones que se pasaban en Mtv o Much Music, pero que tenía ganas de algo más. Es así que en cuanto logré hacerme de un reproductor de MP3 (Era marca Durabrand, si alguien sabe en dónde se pueden conseguir aún que me avise) procedí a saquear las bibliotecas musicales de cuanto cyber se presentara en mi camino (No sabía descargar por internet aún) Fue así como llegué a esto:


El séptimo disco de R.E.M., una banda que ya llevaba sus años remándola con un ritmo de composición increíble (Publicando un disco por año en el período del año '83 al '88, y sin repetirse del todo en sus formulas) y que había logrado firmar con una discográfica grande, luego de editar cinco discos con un sello independiente, obteniendo un relativo éxito en su primer álbum con la misma (Green, 1988) gracias a los singles Stand y sobre todo a Orange Crush. El desafío ahora era subir la apuesta y demostrar que la banda también podía conquistar las grandes ligas. Y vaya que lo hizo teniendo en cuenta que el contexto en el que se publica el trabajo sobre el que escribo fue el del año más trascendente en lo musical de los noventa: 1991. La banda de Stipe, Buck, Mills y Berry logró tener éxito masivo y hacerse un lugar entre otros grandes e influyentes discos publicados ese mismo año (Por ejemplo "Nevermind" de Nirvana,  el debut de Pearl Jam "Ten", el albúm negro de Metallica, "Blood Sugar Sex Magik" de los Chili Peppers o los dos volúmenes del Use Your Illusion de los Guns N' Roses) Además en este período la banda se involucró en una iniciativa terminó como un proyecto de ley ante el congreso de los EEUU por el formato en que se vendían los primeros cd's (Era una caja larga que constituía un desperdicio de papel sólo porque nadie quería adecuar los exhibidores al nuevo formato, mas información aquí)

Pasando al disco en sí, en líneas generales puede decirse que es el más pop de la banda y en el que constantemente van de canciones alegres/movidas a lentas/tristes; motivo por el cual parece más una colección de canciones (Muy buenas, que no se entienda como queja) que un álbum pensado como tal. Este arranca con "Radio Song", que despotrica contra esas radios que pasan hasta el cansancio las mismas canciones (Lo cual es irónico porque ellos mismos  a partir de este disco terminarían siendo ultra radiados) Sigue ese gran hit que  casi siempre es a la vez lo mejor y lo peor que le puede pasar a una banda, por supuesto que estoy hablando en este caso de "Losing My Religion". Gracias a este tema y a cierta polémica con respecto al nombre de la canción y su videoclip; que mezclaba estéticas cristianas e hindúes aparte de contar con la aparición estelar de San Sebastián y basarse en un cuento de Gabriel García Marquez. Tanto quilombo terminó beneficiando a una canción que sólo habla de un amor no correspondido y que casi no fue publicada como single debido a que desde la discográfica no confiaban en que una canción con mandolina pudiera llegar a ser exitosa.



Del super hit, pasamos a Low, la canción más oscura del disco en la que la voz de Stipe usa su registro más grave y turbado para cantar sobre una aparente felicidad para terminar diciendo en el estribillo: "I skipped the part about love/ It seems so shallow and low" Y como si nada de esto hubiera pasado, aparece Near Wild Heaven una canción bastante más alegre y pegadiza que marca ese caracter bastante ecléctico que para mí tiene Out Of Time. Como cierre a la primera mitad del disco quizás como interludio tenemos a una pieza instrumental bastante tranquila llamada Endgame.

Llega el turno de la que es la canción más edulcorada del disco "Shiny Happy People", no sé en que estaban pensando cuando escribieron la canción quizás estaban siendo irónicos o bajo los efectos del Soma de Aldous Huxley en Brave New World (Y más aún cuando hicieron el videoclip, por Dios jajaja). En fin, es una canción que te gusta o te parece detestable; no hay grises. A partir de aquí, en mi opinión, arranca lo mejor del disco, más precisamente con "Belong" una canción con una letra completamente recitada y críptica sobre  una madre encerrada junto a su hijo, criaturas extrañas que acechan, mundos y barricadas que se derrumban y la idea de pertenecer. Quizás se trate sobre el romper con el aislamiento (Tal vez en este caso hable de una madre sobreprotectora) y encarar la realidad antes de que ella nos ataque primero. En fin, es una de mis favoritas. 

"Half a World Away", una canción bastante tranquila y melancólica que trata sobre un alcohólico que que debe afrontar la soledad producto de su adicción: "I had too much to drink/ I didn't think/ And Ididn't think of you/ I guess that's all I needed" Sigue una canción bastante especial para mí ya que fue una de las primeras por las que empecé a prestar atención al bajo y una de las pocas en las que no canta Stipe (Sino el balista Mike Mills) "Texarkana", otra canción pop lenta (Pero del bueno) en las que se juega con las cantidades númericas y la idea del regreso por lo que casi se podría decir que es una continuación de la canción anterior.

Cierran el disco "Country Feedback" y "Me In Honey". La primera, la canción de ruptura amorosa por excelencia de la banda y la mejor letra del disco. Júzguenlo por su cuenta:


En cuanto a la canción final del disco, "Me In Honey", es buena pero le da al disco otro giro de 180 grados que corta con todo el ambiente generado por la mejor canción del disco, dejando la sensación de final feliz forzado. Al año de publicación de este disco, la banda enmendaría estas fallas para publicar el que para muchos fue su mejor disco "Automatic for the People", pero eso ya es tema para quizás otra entrada.

martes, 13 de enero de 2015

The Bends, el disco emo de Radiohead.

NO SÉ HACER UNA RESEÑA, NO ME GUSTAN LAS RESEÑAS. Listo, lo quería dejar en claro. Igual dudo que alguien sepa hacer reseñas. Me dijeron que tenía que hacer una del disco que quisiera, y bueno, no me quedó otra opción. Son las tres de la mañana (Marge, ¿no vas a hacer pastel?), ya voy por el segundo fernet de la noche y no soy completamente consciente de lo que escribo.

La elección de qué disco usar para esta publicación me generó una crisis existencial muy importante. Elegí The Bends básicamente porque lo “descubrí” hace poco y hace semanas que lo vengo escuchando prácticamente todos los días. Creo que es imposible conocer a Radiohead, uno puede escucharlos, analizarlos, amarlos, odiarlos, pero siempre se encuentra algo nuevo en su música.

¿Estamos de acuerdo en que The Bends es el disco más emo de Radiohead? No solo por su temática y sus letras, si no musicalmente también. Tiene sus momentos tranquilos, pero también otros muy agresivos, con la guitarra distorsionada de Jonny aún presente en algunas canciones. También tiene un aire al disco homónimo de los cósmicos Sense Field, emblemas de lo que algunos llamamos música emo, que salió un año antes que The Bends. No hay que dejar de lado que The Bends vino después de Pablo Honey, con el éxito de Creep que tanto molestó a Thom Yorke. Radiohead tenía que demostrarle al mundo que eran mucho más que una canción, y si bien al principio les costó, ya quedó más que demostrado que es una de las bandas más geniales del universo.

Encuentro en The Bends un disco muy oscuro, que habla sobre la muerte, la depresión, la soledad, el conflicto, el miedo, la aceptación y la negación de un mundo al que Thom definitivamente no quería pertenecer y odiaba.

“Everything is broken, everyone is broken”, exclama Thom en el comienzo del disco con Planet Telex, como si nos dijera cómo se siente y de qué se va a tratar The Bends, y efectivamente es así. Otro momento del disco es cuando expresa con mucha bronca “I wish, I wish, I wish that something would happen” en la canción The Bends, deseando que la realidad fuera otra, que pudiera ser feliz.

Las lágrimas vienen de la mano de High and Dry y Fake Plastic Trees, principalmente. Canciones super tranquilas, cortavenas a más no poder, especialmente la segunda. Lo mejor y más triste de todo es que todos, pero TODOS en algún momento nos sentimos identificados con High and Dry, y todos soltamos o reprimimos una lágrima con Fake Plastic Trees, la canción de los miles de significados. Todos cantamos muy desafinadamente “don’t leave me hiiiiiiigh, don´t leave me dryyyyyy”, claro, porque el amor apesta, y mucho. Son de las canciones de Radiohead que más nos llegan, e increíblemente son dos de las más simples, musicalmente, de estos cinco ingleses. Nice Dream, uno de los temas más oscuros de Radiohead, habla de la soledad, diciéndonos que los amigos en momentos difíciles solo existen en los sueños, que la realidad es distinta. Otro tema tristón es Black Star, mi favorito del disco. Las relaciones son algo complejas, no solo se trata de amor y compañía, hay muchas cosas más que desconocemos, crisis que se refleja con un nudo en la garganta en “I get on the train and I just stand about now that I don't think of you…” que nos destruye el corazón en mil pedazos.

Las canciones "Paso de los Toros" son Bones, y especialmente Just y My Iron Lung, las más pesadas de The Bends, que tienen que cortar con esas canciones tranquilas, tristes y dar algo de agresividad, de guitarra distorsionada, de acelerar el pulso cardiaco del oyente. Just y My Iron Lung no son éxitos porque sí, tienen tantísimos elementos que le dieron ese mérito de haberlas escuchado hasta en un supermercado. Hasta recuerdo que cerca del pool al que iba con mi viejo hace unos años, sobre una pared se leía “just do it to yourself”.

Bullet Proof… I Wish I Was es una canción preciosa, aunque habla de los golpes que uno recibe en la vida y que de a poco nos van debilitando. Sulk es mi canción menos preferida del disco, es un acercamiento a la muerte, una aceptación de que la muerte es parte de la vida, aunque nos pese.

Street Spirit. Escalofríos. Esta canción tiene algo raro, es pacífica y sombría a la vez, es tal vez el primer contacto con la muerte. Recuerdo que alguien una vez me dijo que la muerte es un túnel eterno, muy distinta a la vida que sí tiene un final. La voz de Thom hace eco en mis oídos, e instrumentalmente siento que podría seguir sonando por mucho tiempo, que ese último punteo está inconcluso, que tal vez hay algo más, o la nada misma.

Escuchar The Bends

sábado, 3 de enero de 2015

Mis 5 discos del 2014 (Por Juan)

Hoy es mi turno de elegir los 5 discos que más me llegaron el año que recientemente terminó. El orden no responde a nada, pasen y escuchen porque a mi humilde parecer es lo mejor que nos dejó el año pasado:

La Dispute – Rooms of the house
http://ladispute.bandcamp.com/album/rooms-of-the-house
Tienen que tener en cuenta que esto lo está escribiendo un novato, así que perdón por adelantado.
¿Qué hay para decir de La Dispute, a esta altura? Luego de dos notables discos (Somwehere on the bottom of the river Vega and Altair, del 2008 y el aclamado Wildlife de 2011) el quinteto de Grand Rapids nos entrega su último trabajo de estudio.
Es importante, más que una reseña canción por canción, hacer hincapié en el concepto de Rooms of the house, que se nos es adelantado desde su título. Básicamente, lo que nos vienen a decir los chicos de Michigan es que las casas que habitamos son el resultado de nuestras historias. El living donde te sentás a leer, el patio donde pasás las tardes, los objetos que transforman una habitación x en un hogar. Y aquí quiero darme una licencia y tomar el concepto de punctum, acuñado por Barthes: El punctum de una fotografia –señala Barthes– “es ese azar que en ella me despunta”. “Surge de la escena como una flecha que viene a clavarse”. El punctum “puede llenar toda la foto” (....) aunque “muy a menudo sólo es una detalle” que deviene algo proustiano: es algo íntimo y a menudo innombrable.
Eso es, es un objeto, una habitación que, visto por otra persona, es algo que no dice nada, pero las vivencias que tenemos hacen que, para nosotrxs, sea algo significativo.
Y al parecer para Jordan Dreyer (vocalista y letrista del grupo) una cafetera, un cuchillo, un regalo barato comprado en un viaje, son “pequeños puntos en una línea del tiempo interminable”, frase susurrada en la radioheadiana Woman (in mirror) donde La Dispute se desliga momentáneamente de la furia y la potencia del screamo para crear una canción que tranquilamente podría estar en un disco de Radiohead. Atención aparte merece Woman (Reading) una oda a lo que hicimos y en lo que decantó, donde más notable se ve el concepto de punctum utilizado en este disco: una mancha de vino en un sillón, una ventana, el living donde leen juntxs, lo que la falta de alguien hace que esos detalles tengan una vida entera atrás.
Otro gran punto del disco es el cierre, el spoken Word de Objects in space, donde, luego de una separación, un integrante de la pareja mira los objetos que recolectaron juntos para ordenarlos y luego guardarlos para intentar olvidar, o al menos, seguir adelante.
Puntos altos en el disco es la apertura de Hudsonville, MI 1956 donde se recrea la historia de un tornado que arrasó la zona en esa época y lo que genera en unos recién casados, Stay happy there, el quiebre del disco donde la pareja rompe lo construido, preguntandose si el amor que pusieron alcanzaba.
En resumen, por suerte parece que La Dispute está intentando romper, de a poco, con las limitaciones que ofrece la etiqueta del hardcore, o emo, o como quieras llamarlo, entregandonos lo que para mí es su mejor trabajo hasta la fecha: musicalemente inteligente, hasta sensual. Conceptualmente universal (¿Quién no pasó por algo así?) y globalmente, el disco del año para que quien escribe. De esas obras que marcan un momento para una banda. Entonces, brindo por ellos.






Eterna Inocencia – Entre llanos y antigales
http://eternainocencia.bandcamp.com/releases

Probablemente sea el disco más esperado de la escena hardcore punk argentina. A 5 años del “EI”, Eterna Inocencia nos entrega (de manera gratuita y por Internet, vale aclarar) su último trabajo, “Entre llanos y antigales”. Lo que observamos aquí es una banda consolidada, con oficio y experiencia haciendo lo que mejor saben hacer: por un lado, el hardcore melódico que caracterizó su obra maestra “Las palabras y los ríos” (2004) y el hardcore más crudo que nos muestran en discos como “A los que se han apagado” del año 2000 o el previamente nombrado “EI”. El disco abre con “Puente de piedra” con la velocidad al mejor estilo Bad Religion. Seguida por la floja “Tus heraldos”, el tercer tema del disco “Cassiopeia” nos para frente a lo que probablemente sea uno de los mejores temas que escribió Eterna Inocencia en su carrera, un tema nostálgico dedicado a un amigo, que llega al clímax con la frase “Sé fuerte, valiente, transforma tus tristezas en canciones, y así podrás mitigar tu dolor como hago yo”, que deja al oyente con un nudo en la garganta porque claro, eso es lo que hacemos un poco los que escribimos acá: transformar lo triste, lo feo, en melodía para aguantar un poco mejor el tirón. Musicalmente el tema es simple, pero afirma lo dicho al principio: es una banda con oficio, que sabe sacar emociones de los arreglos más simples.
Otro momento alto del disco es el tema que le da nombre: “Entre llanos y antigales” que nos recuerda a los momentos más calmos de Eterna, canciones como Trizas de vos (De Las Palabras…) con una hermosa letra. Un guiño lindo a Uruguay, a Zitarrosa y a Pirexia (Tenemos el control!) componen La Radio Comunitaria, que habla sobre la importancia de que los medios de comunicación sean verdaderamente independientes y autogestionados. También Entre llanos…tiene una parte más pesada, con temas como Iconoclastas o Dejen a los cerros en paz, que ponen en evidencia que viejos son los trapos porque Eterna sigue pudiendo sonar pesado como antaño.
En fin, el disco que esperó toda la escena cumple con las expectativas generadas y por suerte, nos avisa que hay Eterna Inocencia, y del bueno, para rato.

Los Horrendos – Pronóstico Reservado
http://loshorrendos.bandcamp.com/album/pron-stico-reservado

Más allá de que la premisa era “Los mejores discos del 2014” me tomo una pequeña licencia y reseño este disco que si bien es de finales del 2013, lo escuché completamente este año que pasó. Los Horrendos es una banda de punk rock formada en el año 2006 en Bahía Blanca. Retoman una de las ramas más bellas y melodiosas del género, esa que tiene a los Ramones y a Misfits como bandas de cabecera.
Música para perdedores o para perdidos, así definiría la propuesta de este “Pronóstico reservado”, un disco que definiría, usando palabras del Chimpa, su cantante, sobre que pegue en el palo y entre, aunque sea por una vez. Musicalmente, como dijimos antes, el disco retoma la rama más melodiosa del punk en manos de una banda que acompaña magistralmente las letras (o poesías) que hablan sobre disfraces que nos atrapan, sobre lluvias adentro, sobre autopistas en una oda al escapismo en una ciudad que lo amerita. El brillo de la banda toda está en su simpleza, traducida en una afortunada aversión al artificio. En otras palabras, al palo y a la bolsa, campeón, como tiene que ser.
Quizás uno busca adornar las reseñas con palabras lindas, pero lo que recomiendo en este caso es poner el disco fuerte y dejarse envolver por esta marea horrenda. Sí Rimbaud o Baudelaire vivieran, serían fanáticos de esta banda, lo afirmo.


Pianos Become The Teeth – Keep You
https://pianosbecometheteeth.bandcamp.com/album/keep-you

Desde Baltimore, EE.UU, nos llega el último trabajo de la gente de PBTT. Cuestionado por su base de fans más “old school”, el disco presenta un cambio desde lo sonoro notable: una banda que se caracterizaba por sus gritos desgarrados hoy nos entrega un disco que carece completamente de ellos, a diferencia de sus trabajos anteriores como The lack long alter. En lo personal, lo considero un acierto para que esta enorme banda dé el salto definitivo de “calidad” como lo ha hecho La Dispute, borrando cualquier etiqueta que se les podía poner en un principio.
El disco se caracteriza por paisajes sonoros creados en torno a una base rítmica inmejorable que profundiza las influencias de Explosions in the sky y Mogwai pero no en un “robo” sino en una real apropiación de estas, creando una identidad musical única, que nos lleva por mareas de sentimientos, desde la tranquilidad a la oscuridad más profunda.
Párrafo aparte merecen las letras de Kyle Durfey, que junto a Jordan Dreyer de La Dispute, son dos de mis escritores preferidos de esta nueva ola de bandas de “hardcore”. Sí en la obra previa de PBBT las letras rondaban sobre la muerte, hoy el tópico es cuasi lacaniano: intentar poner en palabras aquello de lo que no podemos dar cuenta, lo que no podemos cerrar. Faltas, arrepentimientos, y todo aquello que pensamos que habíamos dejado atrás y que vuelve para atormentarnos. Frases como “How odd life would be if you had made it from Elmira to Kansas City?” dan cuenta de que en la cabeza de Durfey hay cosas universales: eso que nunca cerramos y tarde o temprano aparece.
¿Es acaso Keep you el mejor trabajo de Pianos Become The Teeth? En mi humilde opinión, sí. Aquí encontramos a una banda transformándose en todo lo buena que puede ser. Atención.

Emya – Viera II
https://emyaviera.bandcamp.com/

Y el 2014 nos trajo la segunda parte de Viera, una de las grandes producciones musicales del año en Argentina. Estos 5 platenses hacen un screamo mezclado con post rock, bastante similar a los principios de Pianos Become The Teeth con el cual han llegado a ganarse un lugar de referencia en la escena latinoamericana del género (al igual que con Blien Vesne, su otro proyecto) y en este segundo ep siguen confirmando que lo suyo no es joda.

No sería muy acertado hacer un análisis canción por canción del EP ya que creo que solamente tiene sentido escucharlo de una tirada dejandose llevar por los distintos momentos del disco: gritos de rabia mezclados con melodías para volar. Tampoco creo que uno termine de entender completamente a emya sin la posibilidad de verlos en vivo, y es ahí donde creo que está la magia de esta banda: toda la emoción que transmiten genera una atmósfera de trance que le llega a todas las personas que estén compartiendo la habitación y escuchando realmente las palabras y la música de estos 5 pibes que desde hace mucho tiempo vienen laburando, tocando y creando a un nivel pocas veces visto en la “escena” local. 

domingo, 28 de diciembre de 2014

Los mejores cinco discos del año por Matías.

Holi. 
Comparto los que fueron en mi opinión los mejores cinco discos del año, o al menos los que más disfruté. No se trata de una crítica ni reseña de los discos, solo las primeras palabras que se me vinieron a la mente a la hora de hablar sobre ellos. 
Saludos.

5. UNITED NATIONS – THE NEXT FOUR YEARS


Dos integrantes de Thursday, dos integrantes de Pianos Become The Teeth y  uno más del cual desconozco completamente. Creo que solo eso basta para invitar a alguien a escuchar The Next Four Years. Letras picantes, un señor Rickly gritando a lo Jacob Bannon (Converge). Serious Business, ¡la concha de Dios!, impresionante canción para sumergirse en un disco de guitarras distorsionadas, una poderosa batería y una voz, que si bien tiene muchos arreglos, se complementa de una forma brillante. Si uno se concentra demasiado en lo que escucha, puede producir una voladura de sesos.  


4. PONY! - ¿CUÁNTAS VECES?


Desde el país hermano de Perú, dos chicos se divierten con sus instrumentos. Conocí a Pony! hace un par de años y les perdí el rastro hasta que me enteré que tocaban en Mendoza a mediados de este año. Por supuesto que fui, y sonaban igual que en el disco, obviamente con el plus de verlos a escasos metros tirando magia. Con un sonido que inevitablemente relaciono con Cap N’ Jazz, ¿Cuántas veces? es un disco que llegué a escuchar hasta siete veces repetidamente, con canciones divertidas, algo agresivas, tristes y melosas. Un disco para todos los gustos. 


3. VIVA BELGRADO – FLORES, CARNE


Se podría decir que este disco salió en el momento en que más lo necesitaba. Honestamente, no sabía que Viva Belgrado iba a sacar un disco completamente nuevo. Estaba esperando un disco recopilatorio del material viejo más una o dos canciones nuevas y me encontré con uno bien nuevo. Bienvenido seas Flores, Carne. Post-todo, con spoken word -que cuando se trata del acento español suma un millón de puntos-  y gritos desgarradores en una versión super mejorada de lo que se podía escuchar en el EP El Invierno (2013). Ya maravillado por la poesía en las letras de Viva Belgrado, en la primera canción escuché “el cansancio de quien no pertenece a ningún sitio, y no hay gloria, es solo ceniza…”, y me quedé helado. El disco no termina ahí, sigue con la misma línea, se nota que hubo un gran trabajo de producción detrás. Como un plus personal, ¡qué bien que suena el bajo! Recomendadísimo para aquellos amantes de Envy. 


2. MONO – THE LAST DAWN & DAYS OF DARKNESS


Gran disco gran. Es de esos que hay que poner de fondo durante alguna película independiente (de esas que pasan en I-sat, las mirás enteras pero jamás las entendés) y encajan perfectamente. Realmente no sé qué escribir porque la música de Mono me deja literalmente sin palabras. De más está decir que son unos genios, que es tal vez el grupo más groso de post rock y referente a nivel mundial, ¿y por qué no galáctico también? AHRE. La penúltima canción tiene la agradable sorpresa de los gritos de Fukagawa, vocalista de los fabulosos Envy. Escuchen, cierren los ojos, vuelen. 


1. DOS ASTRONAUTAS – CAMPAMENTO


Voy a ser honesto: cuando escuché los pequeños adelantos del disco, le ponía muy pocas fichas. Pero me equivoqué, tenía que escucharlo entero solo una vez para enamorarme de estos bellos sonidos provenientes de algún rincón de Bahía Blanca. Ya conocía algunos temas por un disco en vivo que habían sacado previamente, pero ahora los redescubrí con algunos chiches nuevos. Explosión de sentimientos y emociones desde el principio al final. Comienza como si fuera un disco producto de la naturaleza y progresivamente termina en algo electrónico, flashero, de otra dimensión.  La secuencia Coi coi y Los primeros días es de lo más emocionante que escuché en el último tiempo, y creo que no podría haber habido un mejor cierre que con De como me desintegré. Se me ocurre que hay una historia en este disco, seguro la hay, pero no logro distinguirla del todo. Por parte de lo que dije anteriormente, se trata de la muerte del hombre de hoy en día por su adicción a lo tecnológico y la falta de contacto con el ser humano, la naturaleza y la esencia de la vida en sí. Pero no sé, es solo una apreciación de alguien que piensa en cosas irreales constantemente. También percibo una gran familia tocando sus instrumentos, que vale aclarar que son muchos a lo largo del disco. Yendo a lo musical, me encantó el protagonismo del violín en algunas canciones, la batería a lo Explosions In The Sky y el kaoss demoledor del cierre del disco.  

Volar